Estrategias:
2. Descripción de objetos y sus comentarios.
3. Actividades de observación de ilustraciones, lectura de cuentos y la práctica de la narración.
4. Juego de sonoridades de la poesía, en las canciones y las narraciones.
5. Actividades de biblioteca.
6. Actividades de representación de roles como: disfraces, mimos y marionetas.
7. Las actividades artísticas como: el canto, la música instrumental, contacto con artistas, la visita a museos, creación del museo de la escuela, la decoración y cuidado del aula.
8. Actividades de construcción de objetos y reconocimiento de sus propiedades.
9.Realización de seriaciones al ordenar colecciones en función de propiedades comunes.
10. Actividades que representan la posición de un objeto respecto al otro.
11. Actividades de medida y comparación.
12. Siembra y cría de animales para la adquisición de conciencia ambiental.
Elaborado por: Viviana Castillo Ramírez.
Tomado de: Alonso, L. (2000). Piaget en la educación preescolar venezolana. EDUCERE, 3 (9) 20-24. Recuperado el 26 de julio de 2010 en http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/356/35630905.pdf.
Artículo de investigación:
partir de la Teoría Vygotskiana
Introducción
Iniciar una investigación relacionada con los procesos metacognitivos en niños preescolares, resulta muy estimulante, puesto que plantea un reto desde el punto de vista epistemológico y teleológico.
Desde el nivel epistemológico, es asumida como una revisión de la propia práctica pedagógica en el papel de Formador de Docentes en Educación Preescolar y en Psicología. Implica asumir una autorreflexión respecto a las estrategias que son utilizadas durante los procesos de enseñanza y de aprendizaje, de las teorías que sustentan la práctica docente y de los procesos metacognitivos que se generan a través de las investigaciones.
Desde la perspectiva teleológica, implica el compromiso del docente por tratar de mejorar o contribuir con la búsqueda de posibles respuestas a las interrogantes actuales asociadas con la metacognición y sus implicaciones en la toma de conciencia. En este sentido, desde las edades tempranas del ser humano se debe desarrollar la metacognición en términos de aprender para la vida y no para pasar exámenes. Asimismo, se asume la idea de dar trascendencia a los conocimientos que se obtienen por vía de la educación formal en las aulas, y aplicarlos o transferirlos a los contextos de la cotidianidad del sujeto. Esto con el fin de lograr una mejor adaptación y convivencia con el mundo que rodea al sujeto aprendiz.
En otras palabras, es necesario considerar las características de la sociedad contemporánea. Ésta es definida por algunos como una sociedad compleja, en la cual los elementos diferentes que constituyen un todo (económicos, políticos, afectivos, sociológicos) son inseparables y a su vez interdependientes: «interactivos e Inter.-retroactivos entre el objeto de conocimiento y su contexto, las partes y el todo, el todo y las partes, las partes entre ellas» (Morín, 2000, p. 42).
Una sociedad descrita en estos términos exige la conformación de un ser humano capaz de afrontar retos, asumir responsabilidades y tener claridad respecto al por qué y para qué de sus acciones.
Es decir, hacer metacognición de su propio proceso de vida en sociedad.